
19 Feb Cómo Sobrellevar los Episodios de Agresividad de una Persona con Demencia Senil?
Cuando las personas se encuentran al cuidado de un adulto mayor con problemas de demencia, habrán notado que todos los días son particularmente diferentes, distinguiéndose sobre todo por el comportamiento. Este tipo de enfermedades neurodegenerativas, como la demencia, afectan de manera profunda no solo a la persona que la padece, sino también a sus seres queridos y cuidadores. Cada día puede ser un desafío único debido a la variabilidad en los síntomas y las reacciones que la persona puede tener ante las situaciones cotidianas. Esta fluctuación en el comportamiento hace que sea aún más difícil establecer una rutina clara y predecible para el cuidado. Conforme la enfermedad va evolucionando, podrán notar que es complicado atenderlos si hay agresividad o agitación, ya que estas conductas pueden ser inesperadas y difíciles de manejar. En estas circunstancias, las personas encargadas de su cuidado necesitan una paciencia inmensa y una comprensión profunda de lo que está ocurriendo, ya que la situación no solo genera malestar en el adulto mayor, sino también estrés y confusión en quienes lo cuidan.
La demencia, por sus características, afecta el cerebro de manera que las funciones cognitivas esenciales, como la memoria, la orientación y la comunicación, se deterioran progresivamente. Esta degeneración lleva a que la persona pierda habilidades que antes eran cotidianas y naturales, lo que puede resultar en una profunda frustración tanto para ellos como para sus cuidadores. En ocasiones, los cuidadores se sienten impotentes ante los cambios de humor y el comportamiento impredecible, lo que puede llevar a situaciones de angustia. Por esto, adelante, mostramos varios consejos útiles para la atención oportuna ante estos casos, que pueden ayudar tanto al adulto mayor como a la persona encargada de su cuidado.
Si nuestro familiar se presenta agitado, percibirá inquietud, dificultad para dormir, agresividad en su manera de hablar y su tono de voz hasta llegar a manifestar su angustia al tirar objetos que estén a su alcance. Estas conductas, aunque angustiosas, son una manifestación común de la enfermedad y pueden tener varias causas subyacentes. La agitación, en particular, es un síntoma que muchas veces refleja un estado interno de incomodidad, confusión o frustración. La persona puede no ser capaz de verbalizar su malestar de manera coherente, por lo que sus reacciones pueden ser físicas, como mover objetos o levantarse repetidamente. Por otro lado, si su comportamiento se inclina más a la agresividad, se debe tener presente que esto puede ser provocado por la incapacidad de expresarse de manera efectiva. Los adultos mayores con demencia pueden sentir que sus necesidades o deseos no están siendo comprendidos, lo que incrementa su irritabilidad y puede llevar a actitudes agresivas, como gritar o golpear.
Es fundamental que los cuidadores permanezcan calmados y atentos durante estos episodios. La irritabilidad y la agresión, aunque difíciles de manejar, no deben tomarse de manera personal, ya que son síntomas de la enfermedad, no del carácter de la persona. Para esto, es necesario ser atento y minucioso para encontrar la causa de esta molestia, lo cual puede ser una tarea complicada, pero esencial para el bienestar de la persona. Muchas veces, el comportamiento agresivo o agitado puede surgir por razones sencillas pero importantes que el adulto mayor no puede comunicar de manera clara. Es habitual que esto ocurra cuando el adulto mayor no comprende lo que está sucediendo a su alrededor o no sabe por qué debe realizar actividades como bañarse, vestirse o sentarse a comer. Estos momentos pueden generar angustia, pues el adulto mayor siente que está perdiendo el control sobre su vida y entorno, y puede mostrar resistencia ante cualquier actividad que no comprenda del todo.
En estos casos, los cuidadores deben ser lo más observadores posibles, tomando en cuenta los pequeños detalles que puedan ofrecer pistas sobre las causas de la agitación o agresividad. Puede ser que el adulto mayor no entienda lo que está pasando debido a la pérdida de memoria o a la confusión, o tal vez esté experimentando algún tipo de dolor físico que no puede expresar adecuadamente. También puede suceder que la persona esté enfrentando una sensación de aislamiento, por lo que la interacción social se vuelve fundamental para calmar sus inquietudes. Con el tiempo, conforme conozcamos más a fondo los patrones de comportamiento de nuestro familiar en estas etapas, podremos lidiar con estos episodios con mayor facilidad y eficacia. Sin embargo, es aconsejable que se sigan ciertas pautas para manejar la situación de la mejor manera posible.
A continuación, se presentan algunas recomendaciones clave para el cuidado de un adulto mayor con demencia, especialmente en momentos de agitación o agresividad:
- Evitar las discusiones o tratar de obligarlo a cambiar de opinión. En el caso de un adulto mayor con demencia, las discusiones o intentos de imponer una opinión pueden ser contraproducentes. Al no comprender por completo lo que está sucediendo o por qué se le está pidiendo hacer algo, cualquier intento de confrontación puede generar frustración y agravar la situación. La clave es crear una atmósfera de calma, paciencia y comprensión, y evitar agregar estrés adicional. La cooperación puede lograrse de manera mucho más efectiva si se utiliza un tono de voz suave y tranquilo, sin presionar demasiado para que se cambie de actitud o comportamiento.
- Recurrir a terapias alternativas que ayuden a canalizar su energía y lo mantengan ocupado. En muchos casos, las actividades físicas y cognitivas pueden ser muy beneficiosas. Las terapias alternativas, como la musicoterapia, tienen el poder de calmar y distraer al paciente, al tiempo que fomentan una mejor conexión emocional. La música puede tener un efecto profundo en las emociones y recuerdos, por lo que ponerle música relajante o de su gusto puede ayudar a reducir la ansiedad. Además, los ejercicios suaves, como caminar o mover las manos, pueden liberar tensiones y promover un estado de relajación. Mantener a la persona ocupada con actividades sencillas también puede ser una forma de mantener su mente activa y evitar la sensación de aburrimiento o confusión.
- Crear una rutina y evitar cambios en ella. Las personas con demencia se benefician enormemente de las rutinas predecibles. Estas proporcionan seguridad y estabilidad en su día a día, lo que reduce la ansiedad. Cambiar constantemente la rutina puede generarles confusión y malestar. Por ello, es crucial seguir un horario establecido para las actividades diarias, como las comidas, la higiene y el descanso. Si es necesario realizar alguna actividad fuera de lo común, como llevarlo al médico o a una cita importante, lo mejor es plantearlo de manera tranquila, detallada y con tiempo suficiente para que la persona se adapte a la idea.
- Buscar cuidados especializados si es necesario. Si usted considera que su familiar requiere de cuidados especializados que no puede brindar de manera continua en su hogar, es importante acudir a una casa de retiro o a un centro especializado en la atención de personas con demencia. Estos lugares están diseñados para proporcionar la atención adecuada y ofrecer un entorno seguro y cómodo. Entre los servicios que ofrecen se encuentran la vivienda asistida o el memory care (cuidado especializado para la memoria). Este tipo de servicios brindan atención detallada a las personas con padecimientos de la memoria y les ofrecen todas las comodidades dentro de la residencia para evitar accidentes y facilitar su desplazamiento. Además, en estos centros profesionales capacitados pueden brindar el apoyo necesario para el manejo de situaciones difíciles.
En CasaMar Senior Living, ofrecemos diversas opciones de cuidado, una de ellas es el memory care, donde se proporciona un ambiente adecuado para mejorar la calidad de vida del adulto mayor, promoviendo su bienestar y seguridad.
¡Acérquese a uno de nuestros asesores para recibir más información y descubra cómo optar por este servicio puede ayudar a mejorar la calidad de vida de su familiar y de usted! Cuidar a un ser querido con demencia es un desafío diario, pero con el apoyo adecuado y las estrategias correctas, es posible mejorar la vida de ambos y brindarles una experiencia digna y significativa.