10 Aug Costo De La Jubilación
Es común escuchar que más de 15,000 personas cumplen 65 años todos los días, esto es una afirmación muy reciente pues incluso hace 20 años las personas no tenían una esperanza de vida tan prolongada como hoy en día. Prueba de esto es pensar en nosotros mismos y que a medida que nos vamos haciendo mayores, creemos que 65 años aún es joven. Ya no escuchamos lamentables fallecimientos por ataques cardiacos o por la primera aparición de un cáncer, una gran cantidad de gente sobrevive a estos padecimientos y viven más allá de los 80 años.
Una generación de adultos mayores en particular que puede ser reconocida por estar actualmente entre los 80 años está creciendo a un ritmo acelerado y todas ellas requerirán de servicios de atención a largo plazo: enfermería, rehabilitación, suministro de medicamentos, cuidados paliativos, entre otros. Este crecimiento en la población de adultos mayores trae consigo una serie de desafíos tanto a nivel personal como a nivel social y gubernamental.
El mayor desafío que se ve es que gran parte de esta gente planificó su jubilación para los 65 años, olvidándose de la probabilidad de que esta pudiera durar hasta los 85 años o más y que, por lo tanto, se requeriría de mayor atención. Muchas personas tienden a subestimar la duración de su retiro y, en consecuencia, no destinan suficientes recursos financieros para cubrir sus necesidades a largo plazo.
¿Qué se hace cuando la salud comienza a disminuir de manera permanente? Esta pregunta es clave, ya que el envejecimiento conlleva inevitables cambios en la salud física y mental. Muchas veces, estos cambios afectan la independencia de la persona, lo que hace que sea necesario recurrir a algún tipo de apoyo o asistencia.
Planificar el retiro requiere de un análisis detallado y considerar que la jubilación se divide en dos partes. La primera parte corresponde a los años vigorosos, en los que la persona aún goza de buena salud y puede seguir realizando muchas de sus actividades de manera independiente. La segunda parte, en cambio, consiste en planificar la atención a largo plazo, pues es seguro que el 75% de nosotros vamos a requerir atención médica conforme envejecemos.
En este sentido, surgen algunas preguntas fundamentales: ¿Cómo ahorramos para el cuidado a largo plazo? ¿Cuánto será suficiente? ¿Existen opciones de seguro o programas gubernamentales que puedan ayudarnos con estos gastos?
Todos pensamos que lo ideal es permanecer en nuestra casa con un poco de cuidado si es necesario, pero la realidad es que muchas personas necesitarán el cuidado proporcionado por una comunidad de vida asistida o un centro especializado en la atención a adultos mayores. La elección de un lugar adecuado para vivir en la vejez dependerá de factores como la salud física y mental, la disponibilidad de familiares o cuidadores y, por supuesto, los recursos financieros.
Si fuese así, queremos tener el poder de elección y elegir un lugar que realmente brinde una buena atención y que satisfaga nuestras necesidades. Para esto, es recomendable ahorrar lo suficiente para tener al menos dos años de pago privado por persona. Actualmente, el costo promedio de la atención de vida asistida es de aproximadamente $6,000 USD al mes. Si consideramos un período de dos años, esto equivaldría a $120,000 USD.
Por lo tanto, lo ideal sería tener ese dinero guardado en una cuenta de ahorros destinada a cuidados a largo plazo o contar con una póliza de seguro de valor similar que pueda cubrir estos gastos. Existen diversas opciones de seguros de atención a largo plazo que pueden ayudar a solventar estos costos, pero es importante informarse bien y elegir la mejor alternativa según las necesidades individuales.
Quizá nos enfrentemos con este escenario más de una vez en nuestras vidas, ya sea para planificar nuestro propio retiro o para ayudar a un ser querido en la etapa de la vejez. Conocer el panorama y estar preparados será de gran ayuda para tomar decisiones informadas y evitar situaciones de estrés financiero o incertidumbre.
Además de la planificación financiera, es fundamental pensar en otros aspectos clave para un retiro saludable y satisfactorio. La atención médica preventiva, la participación en actividades sociales, el mantenimiento de un estilo de vida activo y la conexión con la familia y los amigos son factores que pueden influir significativamente en la calidad de vida durante la vejez.
Las comunidades de vida asistida y centros de atención para adultos mayores están evolucionando para ofrecer un enfoque más integral que combine el bienestar físico, emocional y social de sus residentes. Muchas de estas comunidades incluyen programas de entretenimiento, terapia ocupacional, fisioterapia y eventos sociales para fomentar la interacción y la estimulación mental.
Al mismo tiempo, el uso de tecnología en el cuidado de adultos mayores ha avanzado considerablemente. Existen dispositivos inteligentes que pueden monitorear la salud en tiempo real, alertar sobre caídas o emergencias y facilitar la comunicación con familiares y cuidadores. Estas herramientas pueden ser de gran ayuda para mantener la autonomía y la seguridad de los adultos mayores que desean permanecer en su hogar el mayor tiempo posible.
Finalmente, es importante recordar que la planificación del retiro no solo se trata de dinero, sino de una estrategia integral que garantice una vejez digna, cómoda y plena. Esto implica informarse sobre todas las opciones disponibles, desde seguros de atención a largo plazo hasta programas de asistencia gubernamental y alternativas de vivienda.
Acércate a un asesor experto en el tema de jubilación y conoce más sobre las recomendaciones para planificar tu retiro de manera efectiva. No esperes hasta el último momento para tomar decisiones importantes sobre tu futuro o el de tus seres queridos. La preparación y la previsión son clave para asegurar una vida tranquila y bien cuidada en la etapa de la vejez.